La primera parada es Arenys de Mar, donde en primera línea de mar encontramos el restaurante Blau de Mar. Está ubicado en un edificio muy especial, una antigua casa indiana de principios del siglo XX. Su carta bebe de la gastronomía mediterránea y de los productos del territorio; las características que más le definen son la proximidad, la sostenibilidad y el slowfood. Cuentan con varios comedores donde encontrar el espacio más adecuado para disfrutar de su cocina y un detalle que comporta una gran diferencia es su conciencia social: disponen de espacios adaptables para niños con autismo.

Subimos en línea recta hacia Arenys de Munt, donde podremos disfrutar de la cocina de mercado y tradicional pero con influencias de vanguardia del Restaurante l'Era. Siempre tienen el mejor producto para cada época del año, puesto que están especializados en los alimentos de temporada. Un secreto: ¡ahora que llega Navidad, no te pierdas su propuesta gastronómica pensada para las familias!

Si una empresa es centenaria, es porque ha convencido a generación tras generación. Es el caso de Can Martri, de San Cebrià de Vallalta, un negocio familiar que ha pasado de padres a hijos, a nietos e, incluso, a bisnietos! Y es que se remonta al año 1872. Apuesta por la calidad, el producto de proximidad y el mejor servicio al cliente, innovando en productos elaborados con sello propio. Algunos ejemplos son el "fuet" de pollo y las morcillas de distintos gustos: ¿has probado fresas, calçots, roquefort o setas? ¡Los más pequeños se chuparán los dedos!

Vamos hacia el Alt Maresme, en una zona donde los niños seguro que querrán repetir. En el corazón del parque Francesc Macià de Malgrat de Mar, en un área de juegos infantiles gigante con elementos para todas las ideados, encontramos La Torreta, un entorno ideal para una cena con amigos o para un almuerzo en familia. Además dispone de diferentes menús cerrados en función del tipo de celebración. Pero ya avisamos: ¡los niños y niñas querrán comer lo más rápido posible para ir al parque a jugar!

Nos detenemos ahora en el pequeño pueblo de Caldes d'Estrac para hacer una pizza. La Pizzería Estrac propone una carta variada con platos que cambian cada temporada, con combinaciones muy originales que seguro encontrará adeptos en cada uno de los miembros de la familia. Las recetas nacen de una fusión de las clásicas pizzas italianas con productos mediterráneos de nuestra tierra, con un toque personalizado y creativo. Una oferta gastronómica y un ambiente acogedor ideal tanto para mayores como pequeños.

Acabamos nuestra ruta en el Baix Maresme, concretamente en el restaurante El Balcó de Premià de Dalt. Se especializa en cocina mediterránea moderna combinando productos de temporada elaborados con los mejores ingredientes de la comarca. Un gran aliciente son las impresionantes vistas panorámicas y la zona infantil.