La oferta escolar que programan los museos y centros de interpretación del Maresme es muy variada y permite tratar muchos de los proyectos que se desarollan en el aula. Desde actividades donde conocer la vida de los íberos y de los romanos, pasando por actividades artísticas hasta la descubierta del entorno más inmediato. De bien seguro, todos los maestros y profesores encontrarán un taller o una actividad que se adecua al nivel de los estudiantes. 

Las clases de historia serán más divertidas y productivas cuando los  niños puedan ver de primera mano cómo vivían en el pasado. En Cabrera de Mar pueden conocer cómo eran las termas romanas en el área de Ca l’Arnau y cómo funcionaba el comercio del vino, haciendo también de arqueólogos. Se hacen visitas adaptadas al nivel de los alumnos y también talleres para que los pequeños se conviertan en detectives del pasado, descubran cómo eran los edificios romanos, averigüen todas las pistas en una gimcana por grupos y trabajen con las monedas de la antigüedad. También la mitología romana tiene cabida. El Museo Romano de Premià de Mar también es un espacio ideal para conocer nuestros antepasados, con recorridos enfocados a los aspectos que se trabajen en clase; la arquitectura, la historia, las matemáticas y el comercio, entre otros. Y el mundo del vino en la época romana es también protagonista del Centro Enoturístico i Arqueológico de Vallmora, en Teià, donde los niños pueden establecer una conexión entre pasado y presente entre la cultura del vino romano y la DO de Alella. 

Si se trabaja la Guerra Civil española, una buena opción es el refugio antiaéreo del Parque Dalmau de Calella, pero también las diferentes rutas que recorren la comarca y que muestran diferentes aspectos: la defensa de la costa, la retaguardia y el frente y las embajadas que se instalaron en la comarca en aquella época.

El Maresme también tiene opciones muy diversas para adaptarse a las actividades curriculares. El Museo Municipal de Náutica del Masnou es un buen sitio para conocer la historia de la costa catalana, con un espacio infanil e itinerarios temàtica por la villa, además de talleres como uno de pilotos de barco, uno sobre como afecta el viento a la navegación, una gincama para aprender el vocabulario relacionado con el mar y también una actividad para mostrar el proceso que sigue el pez desde que se pesca hasta que llega a la mesa. También sobre el mar, las comunicaciones marítimas y las terrestres se pueden trabajar en el Centro de Interpretación del Faro de Calella.

Si el tema que se trabaja en el aula es la cultura, el Maresme está lleno de propuestas, como la Casa Museo Lluís Domènech i Montaner de Canet de Mar para descubrir a un arquitecto modernista o el Museo de Pintura de Sant Pol de Mar, que cuenta con una colección de pintura catalana desde principios del siglo XX hasta la actualidad. También el Museo del Càntir de Argentona o el Museo Mollfulleda de Mineralogía son equipamientos de lo más interesantes.

Mataró también tiene una gran oferta de propuestas, desde culturales como la Nave Gaudí, a la antigua fábrica de género de punto Can Marfà, pasando también por la prisión. Todas estas propuestas se pueden descubrir en el apartado web de turismo escolar en el Maresme, donde se especifica también para qué edades están previstas las actividades y la información necesaria para contactar con cada uno de los equipamientos.